La Muerte
Por René Hernández González
Muchos sienten temor por ella, sin embargo, es nuestra compañera inseparable. Desde que nacemos anda con uno. Lo que debemos hacer es no permitir que se nos acerque mucho. Al final del camino, hay quienes clamarán por su presencia. ¿Qué pensar de aquellos enfermos terminales que no soportan el dolor? ¿Aquellos que están postrados en una cama sufriendo angustias interminables?.
Ellos gritarán: ¡Oh, muerte, porque no me llevas; arráncame este suplicio que no me deja en paz! Se dan cuenta, ayer la repudiamos; cuando estábamos en la flor de la vida, en el inicio de la juventud, no la queríamos, pero ahora, los sinsabores extremos nos llevan a clamar por ella. Nos conmueve mucho la pérdida de un ser querido cuando la realidad nos indica que es uno menos que se escapa de tantas tribulaciones.
Muerte, eres la compañera inseparable que tarde o temprano me llevarás de la mano, mientras eso no ocurra, trato de llevar mi vida de la manera más correcta, para que la cercanía con ella se no se dé pronto. A veces la gente me tilda de loco cuando me ven hablando solo; en verdad tengo un diálogo con ella, mi amiga inseparable, la muerte.
René, interesante su comentario. La muerte es así, segura e igual para todos.
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